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lunes, 2 de junio de 2014

Amparo Soler Leal


Nacida en una familia de artistas, era hija de los actores Salvador Soler Marí y Milagros Leal. Debuta en escena en 1948 con la obra No me mientas tanto, de Alfonso Paso. Más tarde, se incorpora a la compañía del Teatro María Guerrero y, bajo la dirección de Luis Escoba,r cosecha éxitos como Historias de una casa, de Joaquín Calvo Sotelo. Mantiene, durante los siguientes años, una intensa actividad teatral, y tras pasar por las compañías de Catalina Bárcena y Ernesto Vilches, forma su propia compañía. Desde que en 1975 protagonizó La señorita Julia, se apartó una larga temporada de los escenarios para centrarse en su carrera cinematográfica. Cuando volvió al teatro fue para interpretar El zoo de cristal, a las órdenes de Mario Gas.


Su popularidad en el cine empezó a incrementarse con Usted puede ser un asesino (1952), de José María Forqué. En la década de 1960 participó en varios filmes de éxito popular, como la comedia Las que tienen que servir (junto a Concha Velasco). Las décadas de 1970 y 1980 la consolidaron como una de las intérpretes más estables del panorama cinematográfico español, en parte gracias a que alternó la comedia con otros géneros más arriesgados. Trabajó a las órdenes de los más prestigiosos directores del país; entre otros: Luis Buñuel (El discreto encanto de la burguesía), Pedro Olea (El bosque del lobo), Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano), Pilar Miró (El crimen de Cuenca) y Pedro Almodóvar (¿Qué he hecho yo para merecer esto?). Es especialmente significativa su colaboración con Luis García Berlanga, ya que participó en varios de sus filmes más recordados: Plácido, Tamaño natural, La vaquilla y la trilogía iniciada con La escopeta nacional

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