“Queridos
Reyes Magos:
Perdonad
que no me presente, pero estas fechas no son mis favoritas. Digamos que el
gordo barbudo vestido de rojo nos tiene explotados. No en el mal sentido de la
palabra, claro, porque llevar regalos a todos los niños buenos del mundo en tan
solo una noche es un gran trabajo, pero prefiero seguir manteniendo mi anonimato…
Nunca sabes quién puede delatarte y acabar en cualquier granja de Nevada como
atracción de feria.
Si
hay algo que no soporto es el calor y al típico yankee que se burla de mi
profesión, poniéndole mí nombre a una ciudad. Como si fuera fácil servir al
gordo y a su panda de esclavos, todo el día gritando, saltando de un sitio a
otro, sin dejarnos descansar… Digamos que esta carta sirve para alzar la voz de
mi pueblo, desde luego no somos muchos pero, ¿Qué puedo decirles a ustedes que
no sepan? Cualquiera se enfrenta al duro entrenamiento al que estamos sometidos,
a la dieta, a la moda que la mujer del barbudo nos hace llevar. ¿En qué clase
de mundo a conjuntado el rojo y el verde? Como decía, somos pocos, pero
exigimos nuestros derechos y estas Navidades estamos en busca de nuevos
patrocinadores. Evidentemente, la competencia es poca y tenemos que ir siempre
a los más conocidos, según esta la cosa cualquiera acepta contratos de
cualquiera. Nos encantaría poder salir en los videoclips de Lady Gaga como la
parte rica de nuestra familia, pero nosotros servimos por un bien común y… Que
nos encantan la leche con galletas que los niños nos dejan en el alfeizar de la
ventana cada Nochebuena, para que vamos a mentir.
Señores
de Oriente, sabemos que ustedes ya tienen su medio de transporte pero ya saben
aquello que dicen de “renovarse o morir”. Con la fusión de nuestras empresas
por fin podríamos terminar con el monopolio al que Papá Noel tiene sometido a
la Navidad. ¿No es irónico que se haga llamar Papá y no tenga hijos?
Mi
pueblo está harto de mentiras y necesita seguir creciendo para sentirse
realizados. Estas Navidades pedimos ser libres por fin de la mano de acero que
cae sobre nosotros. Queremos dejar de llevar las colonias de Britney Spears a
cada rincón del mundo y quemar todas las copias de los villancicos que un día
Mariah Carey versionó. Con o sin su estimable ayuda, Señores de Oriente,
conseguiremos superar la represión a la que nos vemos sometidos. Esperamos
fervientemente que atiendan a nuestras peticiones y sean partidarios de esta
gran rebelión que verán en breves. No olviden que sin nosotros, probablemente,
la navidad no existiría. Estamos abiertos a cualquier encuentro siempre que
aquella estrella de la que tanto se habla nos guíe hasta nuestro destino.
Adjuntamos nuestro curriculum vitae al final de esta misma carta.
Att:
Rudolph, el reno de Papá Noel & Cía.
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